viernes, 9 de octubre de 2009

"El final de la familia"


El final de la familia.


Desde aquel día, en que Colagusano había traicionado a sus amigos, y le había revelado a Voldemort el paradero de los Potter, este no dejaba de pensar y planear como acabaría con aquel niño. Y al fin lo decidió, el iría a matar a ese bebé, no permitiría alguna falla, debería ser él quién acabe con ese chiquillo y con quien se interpusiera en su camino. Voldemort, no confiaba en alguien tanto como para enmendarle una misión de tal magnitud, no podría permitir que se cometan errores, el acabaría con el Elegido.

Era una tarde cálida en el Valle De Godric, los árboles se agitaban apaciblemente con la suave brisa, los niños corrían y jugaban en la plaza, el sol brillaba fuertemente. Era un pueblo de casas lindas y vistosas, terrenos amplios y por sobre todas las cosas, una tranquilidad envidiable.

Los muggles que allí habitaban, se sorprendían al pasar por delante de un terreno hermoso, y se preguntaban como podría ser que nadie lo hubiese comprado aún, ahí vivían los Potter, en una hermosa casa, invisible para los muggles, pero que luego sería de un valor sentimental, histórico e invaluable para el mundo mágico.

En esa hermosa casa de dos pisos, habitaban James Potter, Lily Potter y el pequeño Harry, un hermoso bebé regordete, de ojos verdes como los de su madre. Era una familia indiscutiblemente feliz, casi siempre acompañados del mejor amigo de la familia, y padrino de Harry, Sirius Black.

Pero ese día no fue como cualquier otro, Colagusano había ido a visitarlos, notablemente nervioso. James, que lo conocía mejor que nadie, noto al instante la preocupación de su amigo, pero al preguntarle que era lo que lo mantenía así, solo recibió respuestas evasivas y cortantes. Peter no tardó en irse, luego de vaciar su taza de té, saludando tímidamente y con lo que a Lily le parecieron lágrimas en los ojos.

Luego de cenar, Lily estaba yendo a acostar a Harry, mientras James le escribía una carta a Sirius, comentándole lo extraño que había encontrado a Peter hoy, cuando de golpe se sintió un fuerte ruido en la puerta, Lily corrió hacia el dormitorio de Harry y se encerró, escuchando que pasaba debajo.

James se levantó de un golpe, pero no alcanzó hacia el lugar donde había dejado la varita, una persona encapuchada irrumpió en la sala con su varita en alto, –Apártate muchacho, no me gusta derramar sangre mágica, solo dame a tu hijo, y tendré compasión contigo y con esa sucia sangre impura, James no obedeció y se abalanzo sobre Voldemort, -Avada-Kedavra, la luz verde ilumino la sala y desde abajo se escucho el lamentó de Lily.

Voldemort subió las escaleras hacia el dormitorio donde estaban escondidos Lily y Harry, abrió fácilmente la puerta y allí encontró a Lily llorando con los brazos abiertos, protegiendo la cuna donde estaba sentado el pequeño niño. – Apártate maldita sangre impura, me han pedido que no te asesine, pero así será solo si me das a tu bebé. - jamás maldito, gritó Lily. Voldemort apuntó la varita hacia ella, y antes de que el la asesinara, se la escucho pronunciar palabras raras por lo bajo, en otro idioma. Otra vez el destello de luz verde ilumino la habitación.

El pequeño Harry se sentó sobre su cuna, con una sonrisa en la cara, pensando que todo era un juego de mamá y papá. Pero rápidamente su cara cambio, la persona encapuchada que tenía enfrente apuntándole con la varita claramente no era su padre. Harry rompió a llorar, y Voldemort que no soportaba a los niños quiso terminar con todo rápidamente, apuntó con su varita a la frente del niño y grito –Avada kedabra.

Pero un milagro sucedió, un aura blanca apareció cubriendo al niño, el hechizo de Voldemort rebotó en la frente del pequeño Harry y fue a impactar al Señor De Las Tinieblas, con el tono de sorpresa todavía en su rostro, Voldemort se desplomo en el suelo y no volvió a moverse.

El niño aún llorando sintió que unas manos grandes lo tomaban y lo cargaban encina suyo, era el final de una familia, una familia que había sido feliz, y quien sabe como tantas otras, había sido destruida.

FIN.





Este capitulo esta especialmente dedicado para Matias y Federico!

jueves, 8 de octubre de 2009

"Un Futuro Diferente"


Un Futuro Diferente.


Y cuando Rubeus Hagrid llegó a la casa en ruinas, rompió en llanto. Pero, escuchó algo que lo alegro. El llanto de un bebe, un niño de hermosos ojos verdes, “iguales a los de su madre” pensó Hagrid.
“¡No, no, no, no puede ser!” bramó Albus Dumbledore al oír la terrible noticia a manos del semigigante. “Todo es mi culpa, de haber sido yo el que guardara el secreto, estarían vivos, ¡TODO ES MI MALDITA CULPA!”. Tranquilícese, profesor-dijo Hagrid. No puedo calmarme mi estimado Rubeus, esto es mi culpa, deberé encargarme de esto yo-dijo el profesor Dumbledore. Pero, señor, esta muerto, Él esta muerto-dijo Hagrid. No lo sé con certeza, y no me importa-dijo Albus, en un tono cortante. Pero… ¿Qué piensa hacer profesor?-pregunto Rubeus Hagrid. Tomaré un Giratiempo, viajaré al pasado y… ¡valla a saber Merlín lo que haga con ese maldito!-grito el profesor.
Habían pasado unas 2 horas desde la charla entre Dumbledore y Hagrid. El primero estaba en el mismísimo Ministerio de la Magia, el segundo, en su choza, acurrucado en su cama. Nunca nadie había visto al gran mago tan decidido en algo. Ni siquiera el Ministro se atrevió a decirle algo.
Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore se encontraba a unos metros del orfanato muggle donde se “hospedaba” Tom Marvolo Riddle. Entro decidido en ese horrible lugar, echando Cunfundus a quien se le cruzara, pregunto donde se encontraba Tom y le dijeron que estaba en la habitación 218.
Abriendo la puerta de un golpe, sobresaltando al pequeño niño que allí se encontraba, el mago entro en la habitación 218. Hola, ¿Quién es usted?-preguntó el niñito. Muffliato, dijo el mago, apuntando a la puerta. ¿Quién mierda es usted y que ha hecho?, pregunto Tom, algo asustado, algo admirado. ¿Quién soy yo?, bueno, digamos, que soy “La Muerte”. Y dicho eso se escuchó en la pequeña habitación ¡Avada Kedabra! El pequeño cuerpo de Tom Riddle cayó inerte en el suelo. Acto seguido, Dumbledore utilizó incendio, para quemar el cuerpo he hizo aparecer unos fósforos, un bidón de tinner y se retiró. Para todos, Tom Marvolo Riddle se suicido, prendiéndose fuego. Misteriosamente, nadie escuchó nada.
Albus volvió al futuro, y vio a James, Lily y Harry Potter todo juntos, paseando junto a Sirius Black y Remus Lupin cerca de un lago. Valió la pena, haber hecho terrible crimen, se dijo a sí mismo Albus Dombuldore. He salvado cientos de vidas, y espero, que esto nunca vuelva a pasar…

FIN

"El Escape De Azkaban"



El escape de Azkaban.


Aquella fría mañana de febrero todo parecía normal en Azkaban, los gritos, los llantos, los sollozos, todo era como en otro cualquier día. Solo para un criminal aquel día no seria como todos los otros.

Sirius venía planeando su escape desde hace varios meses, y el día por fin había llegado, una lluvia intensa golpeaba el techo de la celda, el frío y el dolor que producían los dementores, podrían hacer estremecer hasta a la persona más fuerte y feliz del planeta.

El hombre atractivo y fuerte que sirius había sido en otros tiempos había quedado atrás, y solo se aferraba a la esperanza de poder conocer a su ahijado. Las muertes de Lily y de James lo habían destrozado, y el dolor que sentía todo los días incrementaba gracias a esas horrible criaturas, tan siniestras y horripilantes. No pasaba un día en que Sirius no se preguntase porque seguía vivo, no le encontraba explicación a su infeliz vida.

Pero meses atrás Sirius recobro la esperanza que tanto tiempo atrás había perdido, el tenía que escapar de ese horrible lugar, y demostrarle a todo el mundo su inocencia. Pero a los que verdaderamente Sirius ansiaba demostrarles quien había sido el traidor, era a su ahijado Harry Potter y a su amigo de la infancia Remus Lupin.

Sirius había sido condenado sin juicio previo, ya que todo el mundo mágico creía que el era el guardián del secreto de los Potter. Se equivocaban, los Potter habían puesto un guardián falso para retrasar al innombrable y ese era sirius, el verdadero guardián del secreto era el otro amigo de James, Peter Petegrew. Puesto a que solo ellos sabían esto, nunca se pudo saber la verdad, y sirius termino en Azkaban injustamente, siendo odiado y repudiado por toda la comunidad mágica.

El momento había llegado, no iba a aguantar un segundo más en ese horrible lugar. Cuando el auror ingreso en la celda para darle la comida, si se puede llamar comida a un pedazo de pan agusanado, Sirius no desaprovecho la ocasión, transformándose en el gran perro, logro librarse de las cadenas y atacar al auror. Antes de salir de la celda logro arrebatarle la varita y con las últimas fuerzas que le quedaban empezo a correr como nunca lo había echo.

Cuando llego a la punta más alta de la prisión, luego de haber pasado por al lado de los dementores, y sin que ellos lo notasen, Sirius se encontró con un problema mayor, necesitaba nadar alrededor de dos kilómetros en agua helada, para poder salir del hechizo anti-aparición. En un primer momento pensó qué jamás lo lograría, pero a su mente vinieron imágenes de James, Lily y Harry, ese pequeño niño de ojos verdes, y no titubeo ni un segundo más. Se arrojo al agua, todavía con la varita del auror en la boca y comenzó a nadar como nunca antes. Después de lo que le parecieron horas llegó hacia una pequeña isla y de pronto se apareció en el Nª 12 de Grimauld Place, ese lugar tan oscuro, que desde tiempos muy lejanos el no visitaba.

FIN.